Esta herramienta está especialmente diseñada para usuarios que aman las películas de Hayao Miyazaki y prefieren la estética de Studio Ghibli. Sin necesidad de conocimientos de dibujo, puedes transformar cualquier foto en una ilustración al estilo Ghibli llena de sensación terapéutica, dándole a tus imágenes cotidianas la misma calidez que las de "Mi vecino Totoro" y "El viaje de Chihiro". A continuación se presentan sus principales ventajas y valor de uso:
No necesitas aprender a dibujar ni dominar técnicas de tonos de color. Simplemente sube una foto y haz clic en un botón para iniciar el redibujo. La herramienta incorpora un algoritmo del estilo clásico de Ghibli, que reproduce automáticamente los tonos suaves emblemáticos (como el cielo azul pálido y el atardecer amarillo cálido) y los trazos finos (como las líneas tiernas de las nubes esponjosas y las texturas dinámicas de las hierbas y árboles). Incluso puede capturar con precisión la sensación de fluidez de los cabellos de las personas y la transparencia de la luz y sombras de la escena. Las fotos cotidianas de paisajes se transforman instantáneamente en "capturas de animación", y hasta los novatos pueden obtener buenos resultados rápidamente.
Permite ajustar los detalles de estilo según tus preferencias para que tus trabajos redibujados sean más personalizados. Puedes elegir un estilo rural fresco similar al de "Mi vecino Totoro" (plantas verdes de alta saturación y líneas redondeadas) o un estilo fantástico y vintage como el de "El castillo ambulante" (colores intensos y texturas de edificios refinadas). También puedes ajustar el grosor del trazo y la intensidad de los colores. Por ejemplo, agrega "rubores al estilo Ghibli" a las fotos de tus mascotas o "dientes de león brillantes" a las fotos de paisajes, y crea fácilmente imágenes con sensación de animación únicas.
Después de terminar el redibujo, puedes exportar directamente imágenes de alta resolución (se admiten formatos PNG/JPG). Ya sea que las uses como fondo de pantalla de tu teléfono, las imprimas como postales o las compartas en redes sociales para "fingir que estás en una película de Ghibli", serán lo suficientemente exquisitas. También puedes guardarlas como archivos editables, para que más adelante puedas agregar texto de animación (como "¡Me encontré con Totoro hoy!") o ajustar los elementos de la imagen en cualquier momento. De esta manera, cada foto redibujada se convertirá en un recuerdo terapéutico exclusivo.